Esta Familia Pasó Sus Vacaciones En Cuba y Descubrió Que El Hotel No Era Cómo Se Veía En El Folleto
Muchos fantaseamos con la idea de dejar atrás nuestros trabajos y la vida agitada de la ciudad, para subirnos a un avión directo al primer destino tropical posible. ¿Quién no querría alejarse de sus preocupaciones y del frío, para relajarse en una playa de arenas blancas? O mejor, ¿para broncearse al costado de una piscina con una bebida de frutas en la mano? Cuando la familia Evans decidió que usaría sus ahorros para viajar al destino que soñaba, reservó alojamiento en un hotel popular de Cuba, junto a la playa. Todas las condiciones estaban dadas para pasarla increíble. Semanas antes del viaje, los Evans se imaginaban disfrutando de todas las comodidades que este hotel cuatro estrellas prometía en el folleto. Desafortunadamente, cuando estas personas finalmente llegaron a destino y estuvieron listas para abrir las valijas y correr a la playa, se dieron cuenta de que el hotel no se parecía en nada a lo que habían visto en el folleto.
Vacaciones familiares
Para el cumpleaños número 50 de Gayle Evans, la familia decidió planear unas vacaciones todos juntos. Después de todo, el deseo de Gayle era pasar algo de tiempo con sus hijos. Luego de varias semanas de investigación sobre posibles destinos, finalmente eligieron el hotel cuatro estrellas ‘Brisas del Caribe’ en la ciudad tropical de Varadero, Cuba. Este lugar es conocido por sus hoteles lujosos y sus playas paradisíacas. Desde el momento en que hicieron la reserva, la familia Evans no pudo dejar de pensar en el viaje. No podían esperar para tener un pequeño recreo de sus vidas atareadas por el trabajo y la escuela, soñaban con relajarse junto al mar.
Un viaje para recordar
“Pasamos semanas soñando con esto: relajarnos en las hermosas playas y chapotear en el mar, nadar en la piscina, beber tragos en salón… Pensamos que las vacaciones iban a ser grandiosas”, dijo Gayle. Por supuesto, un viaje como este no iba a ser económico. Terminó costándole a la familia Evans un total de 13.000 dólares americanos. Sin embargo, a pesar de que estas personas sabían lo que costaría llevarlo a cabo, pensaron que se trataría de una experiencia única en su vida y que por ello valía la pena. Iba a ser un viaje que recordarían y valorarían por siempre. Como ya sabemos, el viaje terminaría siendo inolvidable, pero por distintos motivos.
La llegada
Gayle, Steve (su esposo), Gabby, Ayla y Jaz (sus hijos) y Laura (la novia de Jaz) llegaron a Varadero luego de un vuelo muy largo y agotador. Todo lo que querían hacer era entrar al hotel y sentarse junto a la piscina para descansar. Además de acomodarse en sus habitaciones para poder dejar de cargar los bolsos y valijas. En el camino hacia el alojamiento, la familia fantaseó con lo que haría en el hotel, en función de lo que había visto en el folleto. Hacía semanas que solo pensaban en tomar sol rodeados de palmeras tropicales y no podían esperar para tener ese paisaje frente a ellos. Desafortunadamente, lo que vieron cuando llegaron no fue exactamente eso.
Un mal sueño
Cuando la familia Evans ingresó en el hotel se encontró con una sorpresa, que los confundió y disgustó muchísimo. Gayle describió el hotel como si estuviera “en decadencia”, agregando que parecía que ni siquiera estaba abierto. “Era temporada alta, pero no había nada que dijera que las cosas estarían cerradas”. Lo primero que pensaron fue que se trataba de un malentendido y que seguramente su hotel estaría en otra ubicación. Sin embargo, rápidamente descubrieron que este era el hotel “de sus sueños”, con el que habían fantaseado durante semanas. El lugar no se veía para nada como en las fotografías del sitio web. En lugar de ello, parecía, según Gayle, un lugar “propio de pesadillas”.